La Plaza Mayor
Es uno de los lugares más representativos y con mayor carga histórica de la ciudad. Su origen se remonta al siglo XVI, durante el reinado de Felipe II, aunque la plaza ha experimentado múltiples transformaciones a lo largo de los siglos, convirtiéndose en el espacio monumental que es hoy.
Origen y construcción
La Plaza Mayor fue construida sobre el antiguo Arrabal, una zona extramuros donde ya existía un mercado popular en el siglo XV. Durante el reinado de Felipe II, Madrid fue declarada capital de España en 1561, lo que llevó a un impulso urbanístico para embellecer y organizar la ciudad. Felipe II encargó al arquitecto Juan de Herrera, famoso por su trabajo en el Monasterio de El Escorial, el diseño de la nueva plaza. Sin embargo, la construcción de la Plaza Mayor tal como la conocemos hoy comenzó en 1617 bajo el mandato de Felipe III, cuyo reinado consolidó el proyecto.
El arquitecto Juan Gómez de Mora fue quien dio forma a la plaza rectangular cerrada, una novedad en ese momento. La construcción se completó en 1619 y en el centro de la plaza se encontraba un mercado y espacio para eventos públicos.
Usos y acontecimientos históricos
A lo largo de su historia, la Plaza Mayor ha tenido numerosos usos. En sus primeros siglos, fue un escenario central para celebraciones reales, como proclamaciones y coronaciones, pero también para auto de fe de la Inquisición, ejecuciones públicas y corridas de toros.
En 1620, la plaza fue testigo de la proclamación de Felipe IV como rey. A lo largo del siglo XVII y XVIII, la plaza sirvió como un espacio para fiestas populares, desde carnavales hasta grandes banquetes organizados por la realeza.
Incendios y reconstrucción
Uno de los aspectos más llamativos de la historia de la Plaza Mayor son los incendios que la han devastado. El primero de ellos ocurrió en 1631 y requirió importantes trabajos de reconstrucción. A lo largo del siglo XVII, la plaza sufrió tres grandes incendios, el último de ellos en 1790. Después de este último siniestro, el arquitecto Juan de Villanueva fue el encargado de rediseñarla, dándole el aspecto actual. Entre los cambios que Villanueva introdujo, destacan la reducción del número de pisos de los edificios circundantes y la creación de las arcadas que hoy rodean la plaza, con el objetivo de prevenir futuros incendios.
Monumentos y arquitectura
Uno de los elementos más conocidos de la Plaza Mayor es la estatua de Felipe III a caballo, que se erigió en 1848. Esta estatua fue encargada por el Gran Duque de Florencia y diseñada por los escultores Juan de Bolonia y Pietro Tacca en 1616, pero no fue colocada en la plaza hasta siglos después.
La Casa de la Panadería es otro de los edificios más emblemáticos de la plaza. Originalmente, fue el gremio que regulaba el precio del pan en Madrid, pero hoy es un centro cultural. Las pinturas murales que adornan su fachada, realizadas en el siglo XX, son un detalle añadido en su rica historia.
La Plaza Mayor en la actualidad
Hoy en día, la Plaza Mayor sigue siendo un lugar de encuentro y es uno de los principales atractivos turísticos de Madrid. Se utiliza para eventos culturales, ferias y celebraciones, como el tradicional mercado de Navidad. La plaza está rodeada de restaurantes, bares de tapas y tiendas que atraen tanto a locales como a turistas. Su arquitectura y la rica historia que alberga la convierten en un símbolo clave de la ciudad.
La Plaza Mayor, con su estilo barroco y su vibrante historia, es un espacio que ha sobrevivido a los cambios de la ciudad y sigue siendo el centro de muchas de sus celebraciones y actividades, manteniendo viva su conexión con el pasado de Madrid.